03 agosto 2012

¿La religión del amor o El Amor como religión?




Despertar la furia del amor
es despertar el viento
hacerlo girar en círculos
divagar en sus brazos aceitosos
acompañar el ritmo ecléctico de sus aplausos
y amasar el gozo de los moretones
obtenidos con el meloso zarandeo
del placer

Despertar la calma del amor
es arrancar la piel del silencio
y devorar cada lengua que crece
en los desfiladeros de la locura
empapelando el agua con trozos de fuego
arrinconando el miedo con la saliva
que produce la inmensidad
de un suspiro

Despertar el equilibrio del amor
es despertar a un moribundo
sacarle los ojos y hacerlo bailar
sobre el terciopelo de sus deseos
bajo el áspero espejo de sus reflexiones
exprimiendo la piel guardada en cada abrazo
atesorando la humedad acumulada
en cada beso

Despertar al amor no es un problema
el problema es dejarlo dormir a veces
para que no se canse de tantas reverencias
para que exista en cada mordisco en cada pena
en cada desesperado poema sin sentido
en cada semáforo a punto de dar el verde
en cada par de cuerpos traspirando sin reparo
hasta mas no poder

(ay el amor, ay la vida
que bueno)


© Adrian, 3 Agosto 2012